He aprendido a nadar en seco. Resulta más ventajoso que hacerlo en el agua. No hay el temor a hundirse pues uno ya está en el fondo, y por la misma razón se está ahogado de antemano. También se evita que tengan que pescarnos a la luz de un farol o en la claridad deslumbrante de un día hermoso. Por último, la ausencia de agua evitará que nos hinchemos.
No voy a negar que nadar en seco tiene algo de agónico. A primera vista se pensaría en los estertores de la muerte. Sin embargo, eso tiene de distinto con ella: que al par que se agoniza uno está bien vivo, bien alerta, escuchando la música que entra por la ventana y mirando el gusano que se arrastra por el suelo.
Al principio mis amigos censuraron esta decisión. Se hurtaban a mis miradas y sollozaban en los rincones. Felizmente, ya pasó la crisis. Ahora saben que me siento cómodo nadando en seco. De vez en cuando hundo mis manos en las losas de mármol y les entrego un pececillo que atrapo en las profundidades submarinas.
Un poco de ejercicio a la imaginación no le viene mal. "Natación" es un cuento del cubano Virgilio Piñera (1912-1979). Esta es su página oficial, tiene muy buena información acerca de su vida y su obra y algunos textos. Si les interesa, acá van a encontrar más para leer. Nos vemos.
22/5/08
Natación
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario