31/8/08

Aptitud y vocación

Sufrimos también aquellos que por falta de vocación contrariamos una aptitud natural. Los dedos de mis pies, por ejemplo, tienen el mal hábito del geotropismo, y persisten en crecer hacia abajo, adelgazados sus extremos, hundiéndose al menor descuido. El peligro de echar raíces me obliga a permanecer siempre en movimiento, a preferir las caminatas o las carreras sobre el asfalto, a evitar por sobre todas las cosas pisar la tierra húmeda, a dormir boca arriba no más de un par de horas seguidas, aun a riesgo de que tanto ajetreo me haga caer las hojas antes de tiempo y malogre mis frutos, ya de por sí escasos y esmirriados.

La argentina Ana María Shua (1951) es la autora de este cuento. Escribió novelas -algunas de las cuales fueron llevadas al cine-, cuentos y microrrelatos. De estos últimos tiene cuatro libros publicados. "Aptitud y vocación" pertenece a "Botánica del Caos". También publicó numerosos libros de literatura infantil y juvenil. Esta es su página personal, van a encontrar su biografía, bibliografía y breves reseñas de sus libros.

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29/8/08

Moby Dick

Cuando me ven somnoliento
como el brillo nocturno de las lámparas
sobre las bolas de billar
ignoran que en realidad
sólo estoy usando los disfraces de Holmes
para poder cazar a la ballena blanca que me acosa
que se deja entrever (oír) en los violines
que me lanza su aliento desde las columnas de los diarios
que se ha empeñado en medir nuestras fuerzas
y un poco después del Ecuador
se refleja sobre la Cruz del Sur
o en el perfume de las azafatas
que repta en los pasillos de los boeing
Es como un juego
ella deja sus marcas las señas de su paso
en un modo de andar en un acento
en esta ligadura en las muñecas
en el estricto horario que cumplo cada día
Tal vez ella lo sabe
tarde o temprano su cuero va a crujir igual que un cucurucho
¿qué voy a hacer entonces con mi vida?

Este poema es del argentino Horacio Salas (1938), poeta, ensayista, periodista, historiador. Es una voz singular dentro del ámbito de la poesía argentina. En sus textos se mezclan el tango, la historia y personajes de la literatura de ficción y el comic con la política, el amor, la vida cotidiana. Publicó más de cuarenta libros hasta la fecha: en poesía: El tiempo insuficiente; La soledad en pedazos; El caudillo; Memoria del tiempo; La corrupción; Mate pastor; Gajes del oficio; Cuestiones personales; El otro. Son famosos sus ensayos: El tango; Borges, una biografía; Homero Manzi y su tiempo.
Este poema pertenece a Cuestiones personales. Acá hay un extenso ensayo del poeta Esteban Moore que recorre la historia poética de Horacio Salas.


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26/8/08

La manera de estar vivo

-La manera de estar vivo es lo que importa - dijo a la muchacha -, como siempre he sostenido.
Bebió un poco más de whisky.
-¿Te estoy aburriendo? - le preguntó.
-Ya sabés que no - dijo la joven.
-No pareces prestar mucha atención a lo que digo - afirmó.
-Te escucho - dijo la muchacha.
-Perfectamente - dijo el hombre -. Eso es diferente. Como te decía, la manera de estar vivo es lo que importa, como he dicho siempre.
Apuró el whisky y llamó al camarero.
-Dos más - indicó.
Parecía tranquilo, alegre, feliz, pero al mismo tiempo inquieto, enfadado y triste.
-Esta es la manera de estar vivo - afirmó -. Lo he dicho siempre.
La muchacha no dijo nada, porque empezaba a temer que volviera a emborracharse y que de nuevo tuviera que tomarse el trabajo de llevarle hasta su casa, cuando ella también estuviera un poco bebida. Si dijese algo, su acompañante comprendería la alarma que sentía la muchacha y procuraría mostrarse amable, aunque se emborrachase y hablase en voz alta.
-Mi corazón ha variado mucho - dijo repentinamente el hombre -. Lo siento, pero ya no estoy enamorado de ti.
La muchacha le agradeció la sinceridad con que se expresaba, aunque se sintió profundamente herida y por un instante tuvo intensiones de levantarse sin hablar una sola palabra y marcharse para no volverle a ver jamás; pero de pronto supo que no podría hacerlo.
Era una cosa que no podría hacer nunca.

"Un artista veloz de la máquina de escribir", así describió una vez un crítico a William Saroyan (1908-1981). Se refería al modo de escribir del escritor estadounidense de origen armenio, que utilizaba una manera espontánea, casi automática en sus escritos. Toda su obra es autorreferencial y autobiográfica. Solía decir Saroyan: "O te acuerdas de algo o te lo inventas, viene a ser lo mismo". Escribió innumerables obras de teatro, ensayos, novelas y cuentos. Sus cuentos, según mi criterio, son increíbles. Y son realistas. Saroyan escribió sobre su infancia con una mezcla de Hemingway y de Mark Twain, reflejando los años de la Gran Depresión en California. También escribió sobre muchos otros temas, pero siempre de la manera que lo expresa el cuento que hoy les dejo: escondiendo detrás de las circunstancias cotidianas y aparentemente intrascendentes un contundente cachetazo existencial.

23/8/08

Sueño de Francisco de Goya y Lucientes, pintor y visionario

La noche del primero de mayo de 1820, mientras su intermitente locura lo visitaba, Francisco de Goya y Lucientes, pintor y visionario, tuvo un sueño.
Soñó que estaba con su amante de juventud bajo un árbol. Era la austera campiña de Aragón y el sol estaba en lo alto. Su amante estaba sentada en un columpio y él la empujaba por la cintura. Su amante llevaba un pequeño parasol de encaje y reía con risas breves y nerviosas. Después su amante se dejó caer y él la siguió, rodando por el prado. Se deslizaron por la pendiente de la colina hasta que llegaron a un muro amarillo. Se asomaron por encima del muro y vieron a unos soldados, iluminados por un farol, que estaban fusilando a un grupo de hombres. El farol era una incongruencia en aquel paisaje soleado, pero iluminaba lívidamente la escena. Los soldados dispararon y los hombres cayeron, cubriendo los charcos de su propia sangre. Entonces Francisco de Goya y Lucientes sacó el pincel de pintor que llevaba en el cinturón y avanzó blandiéndolo amenazadoramente. Los soldados, como por encanto, desaparecieron, asustados ante aquella visión. Y en su lugar apareció un gigante horrendo que devoraba una pierna humana. Tenía el pelo sucio y el rostro lívido, dos hilos de sangre se deslizaban por la comisura de su boca, sus ojos estaban velados, pero se reía.
¿Quién eres?, le preguntó Francisco de Goya y Lucientes.
El gigante se limpió la boca y dijo: Soy el monstruo que domina a la humanidad, la Historia es mi madre.
Francisco de Goya y Lucientes dio un paso y blandió su pincel. El monstruo desapareció y en su lugar apareció una vieja. Era una bruja sin dientes, con la piel apergaminada y los ojos amarillos.
¿Quién eres?, le preguntó Francisco de Goya y Lucientes.
Soy la desilusión, dijo la vieja, y domino el mundo, porque todo sueño humano es un sueño breve. Francisco de Goya y Lucientes dio un paso y blandió su pincel. La vieja desapareció y en su lugar apareció un perro. Era un pequeño perro sepultado en la arena, de la que sólo sobresalía la cabeza.
¿Quién eres?, le preguntó Francisco de Goya y Lucientes.
El perro alzó el cuello y dijo: Soy la bestia de la desesperación y me burlo de tus penas.
Francisco de Goya y Lucientes dio un paso y blandió su pincel. El perro desapareció y en su lugar apareció un hombre. Era un viejo grueso, con el rostro hinchado e infeliz.
¿Quién eres?, le preguntó Francisco de Goya y Lucientes.
El hombre esbozó una sonrisa cansada y dijo: Soy Francisco de Goya y Lucientes, contra mí no podrás hacer nada.
En aquel momento Francisco de Goya y Lucientes se despertó y se encontró solo en su cama.

Antonio Tabucchi, el autor de este cuento, es italiano y está vivo. El texto pertenece al libro "Sueños de sueños", pequeña y exquisita obra en la que el autor recrea de manera trágica y fantástica circunstancias de la vida de hombres como Dédalo, Lucio Apuleyo, Rabelais, Coleridge, Stevenson, Rimbaud, Pessoa, Lorca, Freud y algunos otros.
También es autor de los libros "Nocturno Hindú", "Dama de Porto Pim", "Réquiem" y "Sostiene Pereira", su obra más famosa. Si les interesa saber un poco más sobre Antonio Tabucchi les dejo esta entrevista y esta otra; y también este texto de mano del propio autor que creo resume su visión de la literatura.

20/8/08

En el insomnio

El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarrillo. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormir. A las tres de la madrugada se levanta. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que en seguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede, el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revólver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente.

Virgilio Piñera (1912-1979), el autor de este cueto, es cubano. Nació, vivió y murió en la pobreza; siempre escribiendo. Fue muy prolífico, sobre todo en poesía y teatro, aunque también escribió cuentos, novelas y ensayos. Al término de su vida había conseguido un lugar entre los mejores escritores de Cuba, y su fama iba más allá de las playas de la isla. En 1946 viajó a la Argentina -donde se quedaría hasta el año siguiente- y a los pocos meses de su arribo publicó "En el insomnio" en la revista Anales de Buenos Aires, que dirigía Jorge Luis Borges. Esta pagina está dedicada al autor. Van a encontrar una completísima cronología de su vida, fotos, fragmentos de sus obras y algunas cosas más.

17/8/08

El ganso leal

Había una vez un Brahmán llamado Piadoso, en cierta ciudad. Su mujer tuvo sólo un varón y un ganso. Y como ella quería a los pequeños, cuidaba del ganso como a un hijo, dándole la leche de su pecho, ungüentos y baños, etc. Pero ella no tenía confianza en él, pues pensaba: "un ganso es una clase de criatura muy desagradable. Podría dañar a mi hijo."
Un día guardó a su hijito en la cama, tomó un jarrón de agua y dijo a su marido. Profesor, voy en busca de agua. Cuídame al niño del ganso.
Pero cuando acabó de salir, el Brahmán se fue a alguna parte a pedir alimentos, dejando la casa sola.
Apenas salió, una víbora negra salió de su cueva, y como el destino lo quiso, se arrastró hacia la cama del niñito. Pero el ganso, sintiendo que era un enemigo natural, y temiendo por la vida de su hermano-bebé, se arrojó sobre la serpiente a medio camino. Luchó con ella, la deshizo a mordiscos y tiró los pedazos alrededor. Después, encantado de su propio heroísmo, corría, chorreando sangre de su boca, al encuentro de la madre; pues deseaba mostrarle lo que había hecho.
Pero, cuando la madre le vio venir, con su boca ensangrentada y su excitación, temió que el villano hubiese comido a su hijo-bebé y, sin pensarlo dos veces, pegó con el jarrón sobre él, produciéndole la muerte instantánea. Allí lo dejó, sin pensar más en él, y corrió a casa, donde encontró al bebé sano y salvo, y cerca de la cuna, una gran víbora negra, desgarrada en pedazos. Entonces, oprimida por la pena, porque había muerto al bienhechor de su hijo, se golpeó la cabeza y el pecho.
En ese instante llegó el Brahmán a casa, con una fuente de puré de arroz que había obtenido de alguien en su camino al pedir limosna, y vio a su mujer lamentándose amargamente por su hijo, el ganso:
-¡Goloso! ¡Goloso! -gritó-. ¿Por qué no hiciste como yo te dije? Probarás ahora la amargura de la muerte de un hijo, fruto del árbol de tu propia perversidad. Sí, eso pasa a los que son ciegos por su gula.

"El ganso leal" es una de las 87 narraciones que conforman el "Panchatantra", la primera y más antigua colección de fábulas de la India. Aunque fueron escritas por un autor anónimo en el siglo II antes de Cristo, las historias se remontan a épocas más lejanas según testimonios sánscritos. Hacia la Edad Media estas fábulas fueron muy populares en Europa, al punto de que una traducción alemana fue uno de los primeros libros en pasar por la imprenta de Gutenberg en 1481. Igual que otro maravilloso libro de origen hindú -Las Mil y Una Noches- el "Panchatantra" tiene un marco que soporta la historia: un rey se encuentra desesperado porque tiene dos hijos estúpidos. Decide contratar a un Brahmán para que les enseñe el niti, la sabiduría del trato con la humanidad. El Brahmán se compromete a cumplir el deseo del rey en seis meses y empieza con las clases sobre la naturaleza humana mediante fábulas, que se van entrelazando ingeniosamente unas con otras hasta completar la historia.
Lo saqué del ensayo "Sabiduría Hindú", de Lin Yutang.

14/8/08

Flor negra

Siete pozos y siete noches de las más largas se unieron para que naciera. Y mil hormigas dieron la vida para que tuviera su color y su barnizado. Parece un clavel rizadísimo y mide un palmo. Se abre durante setenta noches-noches: las más ocuras, las más quietas, las más muertas. La buscan a tientas para hacer con ella el ungüento que hace sufrir. Este ungüento se pone detrás de las orejas, entre los dedos de los pies, en la parte interior del muslo izquierdo... Frota fuerte y duerme tranquilo que el mal se va fabricando solo. Al cabo de dos días y dos noches te despiertas con una pena tan grande que no te deja respirar. Una hermosa pena para poderte creer importante; una pena de piedra y de sal, una pena amarga de hígado y de entraña profunda, una pena fuertemente agarrada al cuello como un clavo clavado con martillo, una pena de diez mil kilómetros; una pena que te mata el pobre corazón y que detiene allí la sangre para que se pudra. Una pena que, como las penas mayores, no se puede explicar. No la dejes escapar; si esta pena se fuera, volverías a no ser nadie.

Bueno, luego de esta breve ausencia, acá estoy de nuevo. Para hacerla corta, voy a decir que lanaveimaginaria fue absorbida por un agujero negro y arrastrada a otros tiempos y otros espacios. En este lapso descubrí mundos nuevos, llenos de magia y fantasía como el de Mercè Rodoreda (1908-1983), que aquí les dejo. Flor negra pertenece al libro "Viajes y Flores", de 1980. Acá van a encontrar una buena página con datos sobre la autora catalana.