3/4/08

Optimismo

El optimismo, cuando no se trata del discurso vacío de quien en su cerebro no alberga más que serrín y palabras, es una idea no solo falsa, sino propia de desalmados, una cruel burla de los padecimientos sin cuento de la humanidad.

Cayó a mis manos un libro que recoge diversos fragmentos de la vasta obra de Arthur Schopenhauer. El filósofo nació en la singular "ciudad libre" de Danzig sobre el mar Báltico en 1788. Por diferentes circunstancias de la vida, Schopenhauer se vio libre de la necesidad de trabajar para vivir. Ese tiempo libre lo utilizó para viajar y aprender varias lenguas, además de practicar su deporte favorito: criticar sin piedad a todos aquellos que le caían mal, sobre todo a los filósofos alemanes. Voy a ir posteando sus opiniones sobre Hegel, Fitche, Schelling. No tienen desperdicio.
La recopilación de textos se llama "El arte de insultar".

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