20/4/08

La máquina voladora

Un hombre ingenioso que había construido una máquina voladora invitó a un grupo numeroso de personas para verla subir. A la hora señalada, con todo preparado, el hombre entró en la máquina y la puso en funcionamiento. El aparato atravesó enseguida el piso firme sobre el cual había sido construido, y se hundió en la tierra perdiéndose de vista; el aeronauta apenas logró saltar afuera y ponerse a salvo.
-Bueno -dijo-, he hecho todo lo necesario para demostrar la corrección de mis detalles. Los defectos -agregó, echando una mirada al piso arruinado- son apenas básicos y fundamentales.
Luego de esa declaración, la gente se le acercó con donativos para construir una segunda máquina.

Ambrose Bierce (1842- ?) es recordado en su país, Estados Unidos, por las irónicas y sarcásticas columnas que escribía para algunos medios gráficos. Menospreciaba los estereotipos sociales que producía su cultura y lo decía, a veces, en forma de literatura breve. Este cuento es una buena muestra de ello. Lo saqué de una revista de ciencia ficción y fantasía que se editaba durante la década del 80 en Argentina: "El péndulo". En esta revista también había un pequeño artículo sobre Bierse que decía: "A fines del siglo pasado Ambrose Bierce escribió un texto entre periodístico y narrativo que bajo el título "Desapariciones misteriosas" narraba tres casos en que un ser humano había desaparecido sin dejar rastros y sin explicación razonable posible. Su propia teoría recurría a una probable cuarta dimensión. Años después, más precisamente entre 1913 y 1914, Bierse se fue a México, con el vago y extravagante proyecto de unirse a las tropas de Pancho Villa. Y desapareció. Sin que mediaran rastros o una explicación razonable".


3 comentarios:

Aqua dijo...

¡Mi queridísimo, Capitán Izeca!
Esta sí que es una muestra irónica -inócua, por ser sólo una narración chiquitica- del procedimiento humano para llevar adelante desarrollos tecnológicos. Lástima que a veces exploten los transbordadores y los tripulantes no logren salir... ¡Upsss!

¿Dónde descansaran los huesos del amigo Bierce? ¡Misterio! ¡Misterio!

¡Te mando un beso grandote!

Pablo Pavlichen dijo...

Gracias por tu visita.
Muy bueno tu blog.
Si queres poner algo de mi blog por aca, no hay problema.

Salu2
Pablo

www.loencontreenlaweb.blogspot.com
www.unblogparapensar.blogspot.com

capitan iseka dijo...

Hola Aqua, gracias por pasar. Y sí, la verdad que es un misterio la desaparición de Bierce.

Pablo, muchas gracias, por el ofrecimiento, seguramente lo haga. Y por supuesto, lo mismo te digo a vos.

Saludos!